Párrafo del Capítulo 16, Acto II de "Mi hija y la ópera".

«A las dos de la tarde escuché la aproximación de un vehículo, supuse que mi progenitor habría bajado al pueblo en la bicicleta cuyo uso compartíamos, ya que yo me había adueñado del automóvil en los últimos días. Pero no, él iba de copiloto en el Renault Megane que conducía Marisa. Algo sorprendido por mi adelantada vuelta a casa, no le dolieron prendas en informarme que él y su acompañante habían decidido vivir juntos los fines de semana y que lo estaban haciendo desde el día siguiente a mi partida hacia Cartagena.»

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Página 9 de «Mi hija y la ópera»

Isidoro Galisteo, de Úbeda, Jaén