Capítulo 19, Acto II, «Mi hija y la ópera»
Pasaje del Capítulo 19, Acto II de Mi hija y la ópera : «Una hora de trayecto me esperaba en el peor de los casos, y a pesar de la temeridad que suponía andar por el camino que une Calasparra con mi casa, creí que me vendría bien para cavilar. En muy poco tiempo había sucedido de todo. Estuve pensando en Antonio y en la relación que estaba fraguándose lentamente, ¿sería capaz de practicar sexo con él? Era una idea que iba madurando con los últimos acontecimientos y, la verdad, la imagen de tenerlo encima de mí copulando no me agradaba en absoluto, más bien me parecía repugnante. Comprendí enseguida que lo que yo buscaba en aquella relación era disponer de compañía, complicidad, protección, todo lo que me había ofrecido en las últimas horas, como cuando me amparó de Juan y sus peligrosas compañías. Reflexioné a partir de ese instante en el riesgo que estaba asumiendo y la amenaza que corría si el Chapicas y sus amistades me encontrasen a solas por aquella carretera que a buen seguro