Bolnuevo - Calnegre

     Ruta: Bolnuevo - Calnegre, ida y vuelta, unos veinticinco kilómetros en "llano" acompañados de la suave brisa marina, un sol que no te deja un minuto de clemencia y el murmullo de las olas en casi todo el camino....

     Independientemente de la variedad de paisajes que sólo puedes conocer andando, el senderismo tiene otras ventajas: conocer profundamente a aquellos con los cuales caminas.

     Al principio de la ruta, todo son palabras y conversaciones amables, como en los concursos televisivos de convivencia, después, comienza la realidad, el cansancio, la sed, las trascendentes decisiones de qué sendero tomar cuando las marcas que guían la travesía desaparecieron kilómetros atrás generan conflictos, discusiones sopesadas con el rigor de la improvisada intuición, acompañadas de fatiga y ansia por terminar el trayecto siempre con el ruido jadeante de las respiraciones y las piedras que resbalan ante las pisadas, algunas veces, las miradas, acaban siendo tan silenciosas como la meditación que tras varias horas uno termina realizando mientras anda.

     En el final, el haber culminado con éxito la expedición genera una serie de emociones y sensaciones que ahora sé lo que siente un escalador de una cumbre difícíl -salvando (claro está) todas las distancias-. Si a la satisfacción de sentir el objetivo cumplido le sumas una fría cerveza, descansado en la sombra amable de cualquier local, las endorfinas te hacen olvidar el sufrimiento y los malos momentos.

     Y es cuando miras a cada uno de tus acompañantes en esas conversaciones que mantienen entre ellos y de las que hace minutos que desconectaste y es cuando te das cuenta de que se está forjando una verdadera amistad.

     Invito a que os suméis a nuestras futuras rutas, creo que una excelente manera de hacer deporte, ver paisajes imposibles y sobre todo: de hacer verdaderos amigos. Ante las vicisitudes es cuando aparecen las verdaderas personalidades, entre cubatas: "todos somos de P.madre".

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