Capítulo 7, Acto I «Mi hija y la ópera»

Fragmento del capítulo 7, Acto I de Mi hija y la ópera:

«A mediodía del primer domingo de marzo de 1977, contrajeron matrimonio Andrés Rosique Marín y Patricia Domínguez Tortosa. El novio vestía un sobrio traje oscuro; la novia, un exquisito vestido blanco: lo que dictaba la época. De los po­cos invitados de la familia Rosique, algunos empleados, entre los cuales se hallaba Paco, más en calidad de amigo del prometido que como trabajador de las empresas de Pepe. Asistieron también familiares de Balsicas, mayoritariamente primos de Andrés y algún que otro allegado de la rama paterna de Roldán. Entre los numerosos convida­dos de la familia Domínguez Tortosa se contaba con la inseparable prima Asunción. Otros amigos comunes a la pareja comparecieron en el evento: José Blázquez, con decrépito as­pecto justificado por él mismo como «por los abusos de la vida»; y Antonio López, que acudió a la cita acompañado de Alejandro, un buen amigo suyo que le ayudaba en los arreglos musicales.

   La boda tuvo su momento culmen en el momento que se partió de la tarta, ritual acompañado del fragmento Va pensiero de la ópera Nabucco. Qué lástima que los instantes de felicidad sean prácticamente inapreciables, unas pocas gotas de agua en el mar de la vida.»



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