Adiós CNN+
De muchos es sabida mi afición por dormir en el sofá con el televisor encendido. En las madrugadas televisivas, son pocos los canales que no sucumben a las bondades de los productos de la teletienda, a las cantamañanadas de una gorda de pelo teñido y sudadera en la frente que vaticina nuestro porvenir según la fecha de nacimiento (o vete tú a saber con qué otra imbecilidad) o a los concursos engañabobos cuyas fáciles preguntas están a años luz del Saber y Ganar o Pasapalabra y de cuyas respuestas, ni en sueños, me atrevería a responder en voz alta no vaya a ser que mi hija me tildara de gilipollas. Sólo habían dos canales que solía dejar encendidos y cuyo objetivo no era otro que el de la información a los que a modo de banda sonora me acompañaban hasta el amanacer (como si quisiera estar al tanto de lo que ocurre en el mundo mientras duermo con información subliminal). Uno de ellos era el Canal 24H Internacional de Televisión Española y el otro CNN+. Este último ha