Villanueva del Río Segura

   Pocos lugares habitables de occidente existen en la actualidad que puedan hacer gala de atesorar calles en las cuales pueden escucharse los pasos del caminar sosegado de sus foráneos a plena luz del día.

   Uno de éstos sitios, está en las faldas de la —para mí, ya familiar— Sierra de Ricote. Villanueva del Río Segura es, efectivamente, una localidad tranquila, con miradores donde puede contemplarse el gran contraste de las tierras fértiles junto a las estériles construcciones que, en ocasiones, se han convertido en zonas inútiles. Consiguiendo, con ello, una atmósfera inusual donde todavía convive el transcurrir frénetico de los urbanitas que estamos de paso con el solemne entender de la vida —por ventura para ellos— que aún permanece anquilosado en la noche de los tiempos.

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