Historia del Remember

HISTORIA DEL  REMEMBER 

   Todo comenzó un nueve de enero de un almanaque que anunciaba el año 1999; con una cena, en Venta Valero, Cartagena. Era la des­pedida de soltero de mi hermano Jorge, aquella noche, un grupo de amistades que otrora se habían autonombrado como «LOS DRAKYS», inauguraban  sin saberlo una sucesión de eventos que finalmente terminaron por denominarse como “el Remember de Los Drakys”.

   Fue un par de semanas después, cuando coincidieron, en la boda del mencionado, cuando a un loco se le ocurrió repetir el evento cada año, pero para que no cayese siempre en el mismo mes, se iba a realizar cada once meses, a ser posible el primer sábado, con un requisito adicional: que cada uno podría invitar si quisiera a otro conocido.

   La siguiente cita fue el 4 de diciembre de ese mismo año, aquel evento tiene la particularidad de haber sido el de menos convocatoria de toda nuestra historia: sólo cinco personas, de nuevo Jorge Frutos fue el protagonista del acontecimiento, puesto que fue el anfitrión de dicha cena, ya que puso su domicilio de Murcia a disposición de la fiesta.

   Sin embargo, los tres Remember que le sucedieron fueron por el contrario los de mayor número de asistentes, el 4 de noviembre de 2000, conocido como el “4N” celebrado junto con el siguiente: el “seis O” (con fecha 6 de octubre de 2001) en el mismo lugar que el primero: Venta Valero. En este último, existe una impagable imagen con todo el grupo sosteniendo un trofeo de caza del propietario del local.

   A estos le siguió el “siete S”, con fecha –obviamente–, 7 de septiembre de 2002. Posiblemente el más multitudina­rio de todos, cuya cena fue en la Pizzería Roma de Cartagena y que acabó con la mayoría de asistentes en la Plaza Bohemia de La Manga.

   La Mía Mamma de Cartagena, albergó el último Remember con formato exclusivamente nocturno, la noche del 2 de agosto de 2003 que acabó en Lo Pagán. Prosiguieron los festivales maratonianos de los años posteriores, el primero, el 3 de julio de 2004, en la casa del mayor loco de todos, en Las Torres de Cotillas, todavía hay vecinos que recuerdan que había gente bañándose en la piscina con botellines de cerveza que provenían de mi vivienda.

   El siguiente, fue en la casa de otro histórico, Miguel Ángel “El Lon”, el 4 de junio de 2005, otro evento de barbacoa, baño, y alcohol, mucho alcohol, tanto que de recordarlo me duele la cabeza. Pero el evento que vino después, fue sin duda el que más se alargó en el tiempo si tenemos en cuenta, que a diferencia del resto, no sólo fue un sábado la fiesta, sino todo un fin de semana en los días anterior y posterior al 6 de mayo de 2006. El lugar seleccionado para dicho encuentro fue una casa rural en La Murta, cerca de la pedanía murciana de Corvera, en la falda sur de Carrascoy.

   Las responsabilidades que conlleva tener hijos y los compromisos laborales, hicieron que los eventos pasaran a mediodía estrenándose en esta nueva etapa la comida en el Restaurante Ramírez de la pedanía cartagenera de Galifa el 7 de abril de 2007, aquel fue, el décimo Re­member. Le sucedió el de la Venta el Puerto en la pequeña localidad murciana de Baños y Mendigo, supongo que el 8 de marzo de 2008 (no recuerdo muy bien si cayó aquel sábado u otro). En Las Torres de Cotillas, concretamente en Restaurante Pacorrín se realizó el de 2009, concretamente el siete de febrero, ya éramos un poco mayores, pero no lo suficiente para eludir esta congregación de amistades.

   El año que le sucede, o sea, el pasado 2010, fue al igual que el primero, un año “DRAKY” (por­que tiene dos eventos en el mismo, uno en enero y otro en diciembre) la cita de enero fue celebrada en la Pizzería El colega, en Llano de Brujas, Murcia, el sábado día nueve. La de diciembre, el día cua­tro, celebrado en el Club de Oficiales de Cartagena. Casualmente, en este año coinciden las mismas fechas que en el 1999 tanto en enero como en diciembre, pero once años después y muchas caras nuevas, y las conocidas… Más viejas.

   Este año presente, todo apunta que será en Galifa, otra vez en Cartagena, el próximo sábado cinco de noviembre. Confío en que los comparecientes tengamos un momento agradable, cargado de viejas anécdotas y de conversaciones de nuevas ilusiones personales y profesiona­les.



   El primer sábado de dentro de once meses tendremos (si todo marcha bien) el siguiente reencuentro, pero eso es ya otra historia. Para que se realice, hay que rendir cuentas con el que se avecina.

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