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MI HIJA Y LA ÓPERA — Volumen 2

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ACTO I La hija del leñador 1    Como el pájaro que cada mañana se posa en mi ventana y me contempla con detenimiento: siempre he querido volar, ser libre, que me admirasen desde la distancia sin que nadie pudiera atraparme. Nunca lo había conseguido, hasta hace bien poco.    He cumplido condena en esta casa desde que mi padre me trasladó en mi remota infancia a esta especie de cárcel, coreada constantemente por música de ópera como triste banda sonora de mi vida. No sé si la reclusión a la que me he visto sometida durante años obedece a sus circunstancias. O a las mías.    Calasparra, 19 de diciembre de 2004, mi nombre es Violeta Rosique Domínguez. Estas dos últimas semanas de mi vida han sido frenéticas, de la más delirante, a la peor de toda mi existencia. He recibido una noticia terrible hace unos días y, por ello, he tomado el diario que me regaló mi tía Laura cuando yo era una niña y que durante años me ha acompañado en las noches de soledad, basándome en él par

MI HIJA Y LA ÓPERA — Volumen 1

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OBERTURA    Todavía no había cumplido los veintiocho, aunque, por los acontecimientos sucedidos en la última semana, su rostro había envejecido tanto que podría haber pasado por un hombre dos décadas ma­yor. Andrés se adentró con actitud serena hacia el interior de su finca a pesar del enérgico aguacero que se precipitaba aquella tarde de septiembre de 1981. Llevaba demasiadas jornadas deambulando sin rumbo fijo hasta que deci­dió regresar a su hogar. Su ropa estaba ensan­grentada; por suerte, el color negro de su traje podía disimularla, solo las gotas rojizas que se desprendían de sus prendas mojadas evidenciaban que había dado para mucho aquella semana en la que se halló incomunicado del mundo.    Saludó con la cabeza a Lily, la niñera, asomada al otro lado de la ven­tana. Ella le abrió la puerta antes de que llamase y le devolvió el saludo con su particular acento francés, mirándolo de arriba abajo. Laura, una adolescente que apenas alcanzaba los quince años, se encontrab

La versión definitiva de «Mi hija y la ópera» en 39 volúmenes, y gratis

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   De los varios proyectos literarios en los que estoy inmerso actualmente, uno de ellos era el de dejar la novela Mi hija y la ópera (publicada inicialmente por Editorial Dédalo en 2014) lo más presentable posible para futuras ediciones. He pensado compartir con todos los que la hayan leído, y los que no, toda la obra en 39 volúmenes (entre uno y dos capítulos por volumen) que iré agregando a este blog, de uno en uno, cada noche, a partir de mañana aprovechando que estamos en agosto y es un mes de «descanso» y disponemos de más tiempo para ese ejercicio saludable que es la lectura.    Esta versión definitiva estará en Amazon (en formato eBook) a mediados de septiembre, y en papel... bueno, eso no está en mi mano. Pero para los que tengáis en formato papel la obra y queráis esta última versión os adelanto de que será totalmente gratuita. Ya corro yo con los gastos con tal de hacer una hoguera con las dos primeras ediciones impresas, je, je, llamadme loco.    Para quien esté int

Bukowsky y "La máquina de follar"

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   Después de un tiempo sin actividad voy a desempolvar este blog para comentar un libro que acabo de terminar de leer. No, no va a ser ahora un blog de reseñas literarias, conozco un sinfín de personas que ya hacen esto y lo hacen mejor que yo y no me seduce la idea de meterme en donde no me llaman.    Aunque me encuentro en la obligación personal de hablar de este libro en concreto cuyo título es La máquina de follar , de Charles Bukowsky, y que su lectura ha sido recomendada por el gran escritor murciano Pedro Molina.    Es una obra de 190 páginas con un título que podría resultar engañoso, porque aunque contiene en sus múltiples relatos historias de sexo es sobre todo un libro transgresor. Por un lado está el meramente gramatical, como el indebido uso de minúsculas, por ejemplo, tras los puntos. Por otro, y es el más llamativo para un lector convencional, es el de tener la capacidad de narrar la violación de una niña en medio de relatos que bien podrían tratarse de su

Agradecimientos «Mi hija y la ópera»

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Final de Agradecimientos de  Mi hija y la ópera :    El último reconocimiento es a mi familia y en especial a mis hijos. Cuando comencé esta obra, en 2010, únicamente había nacido Adriana; varios años después, en el momento en el que escribo estas palabras, tengo otro descendiente que atiende al nombre de Marcos. La dedicación que ha supuesto escribir este proyecto literario me ha robado innumerables horas de convivencia con mis dos pequeños. Justo en la etapa de mi vida en la que podía disfrutarlos plenamente. Y a Alicia, dondequiera que esté.

Útimas palabras de «Mi hija y la ópera»

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Últimas palabras de Mi hija y la ópera : «…Sonaban los últimos compases de la melodía Intermezzo de Mascagni cuando desperté de un maravillosa experiencia onírica. En el sueño aparecía mi padre, sentado en su mecedora, en aquel mismo dormitorio, con mirada perdida murmurando para sí: «Mi hija y la ópera». Frase que repitió un par de veces entretanto asentía levemente con la cabeza. Abrió su libro para cerrarlo al cabo de unos segundos con señal de negación. De inmediato, con actitud firme, se despojó de los tubos que le suministraban oxígeno y bebió un último trago de whisky mientras desplazaba la cortina para contemplar con semblante nostálgico los soleados tejados de las casas del pueblo. Divisó el resto del paisaje que ofrecía la ventana y luego dirigió su vista hacia la cama para constatar que yo le observaba con profunda quietud. Me afirmó con ojos telepáticos un gesto que interpreto como «ahora», cerrando los párpados a la vez que su espalda  se amoldaba a la mecedora mien

Final de «Mi hija y la ópera»

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Fragmento del Final de Mi hija y la ópera : «He habitado en un lugar de profundo silencio conocido como el hogar de las almas, desde aquí, el Ser Supremo me ha asignado una vida en el más idóneo de los escenarios: en los sucesores de mi familia. Con genes similares, y la dicha de contar como antepasados a los de mi propia estirpe, naceré a primeros de 2011; cinco décadas después de mi última muerte, allá, por la Nochevieja de 1955. No ha sido un largo periodo en comparación con mis cuatro primaveras terrenales.» Si quieres hacerte con la novela en formato eBook, pincha el título de esta entrada de blog.