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Capítulo 1, Acto I «Mi hija y la ópera»

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Fragmento del Capítulo 1, Acto I de  Mi hija y la ópera : «Esperó despierto hasta la noche a que su padre llegara, cerca de las once. Lacrimoso, trató de contarle lo sucedido implorando venganza ante aquella humillación sufrida. Pepe, lejos de consolarle, le interrumpió aludiendo que «las cosas de niños, se resuelven entre niños» concluyendo:    —Hijo, la próxima vez te defiendes, no querrás que vaya a hablar con tus profesores con todo lo que tengo que hacer. Cuando hagas la mili no podré estar yo para defen­derte ni para hablar con tus superiores. La vida es dura, así que ve aprendiendo que yo a tu edad fumaba y me iba de putas.    A sus diez años decidió que nunca más volvería a llorar delante de su padre.» Si quieres hacerte con la novela en formato eBook, pincha el título de esta entrada de blog.

Obertura «Mi hija y la ópera»

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Fragmento de la Obertura de Mi hija y la ópera : «Sería que visualizó su postura en forma de cruz sobresaliendo en el agua que volvió a adentrarse en casa con premura, dejando tras de sí un reguero acuoso desde la entrada hasta su dormitorio; agarró el crucifijo que presidía la pa­red sobre el cabecero de la cama, lo empuñó desde el lado inferior del tra­vesaño largo de la cruz, como si fuera un hacha, descendió corriendo las escaleras arrimándose al piano y lo estrelló varias veces hasta romper la figura de madera, abollando la superfi­cie del piano y dejando restos de astillas en sus dedos.» Si quieres hacerte con la novela en formato eBook, pincha el título de esta entrada de blog.

FUGITIVO: Segunda edición de "Mi hija y la ópera"

FUGITIVO: Segunda edición de "Mi hija y la ópera" : Estimados amigos, la segunda edición en papel de Mi hija y la ópera  ya está en la calle. La Editorial Dédalo me ha enviado unas pocas dece...

Segunda edición de "Mi hija y la ópera"

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Estimados amigos, la segunda edición en papel de Mi hija y la ópera  ya está en la calle. La Editorial Dédalo me ha enviado unas pocas decenas de ejemplares. Quien quiera hacerse con ella, tan sólo tendrá que llamar al 670324550 y contactará conmigo. Saludos, José Ant. Frutos Romero.

Todo mi agradecimiento al Hospital Morales Meseguer

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   Es bastante habitual, incluso saludable, hacer uso de las redes sociales para criticar el mal servicio de una institución pública o una empresa, pero cuando creemos haber recibido un trato aceptable no solemos hacer muestras de gratitud, como si se diera por sentado de que siempre debemos recibir un trato exquisito y no necesitásemos dar las gracias por ello. Pues bien, yo quiero aprovechar esta ventana que da al mundo para trasmitir públicamente mi gratitud.    Más bien por suerte que por desgracia, jamás he sido hospitalizado, y salvo en los nacimientos de mis hijos tampoco había pasado una pernocta en un centro hospitalario. Pero este pasado 1 de octubre tuve que ser hospitalizado de urgencia por una neumonía atípica y aunque ha sido una mala experiencia personal en cuanto al decaimiento físico, ha sido toda una sorpresa positiva el trato que he recibido desde principio a fin, siempre amable y solícito a cualquier petición. Evidentemente no todos los profesionales del sector de

Párrafo de la última página de la novela "Mi hija y la ópera".

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«…Sonaban los últimos compases de la melodía Intermezzo de Mascagni cuando desperté de un maravillosa experiencia onírica. En el sueño aparecía mi padre, sentado en su mecedora, en aquel mismo dormitorio, con mirada perdida murmurando para sí: «Mi hija y la ópera». Frase que repitió un par de veces entretanto asentía levemente con la cabeza. Abrió su libro para cerrarlo al cabo de unos segundos con señal de negación, de inmediato, con actitud firme se despojó de los tubos que le suministraban oxígeno y bebió un último trago de whisky mientras desplazaba la cortina para contemplar con semblante nostálgico los soleados tejados de las casas del pueblo. Divisó el resto del paisaje que ofrecía la ventana y luego dirigió su vista hacia la cama para constatar que yo le observaba con profunda quietud. Me afirmó con ojos telepáticos un gesto que interpreto como «Ahora», cerrando los párpados a la vez que su espalda  se amoldaba a la mecedora mientras unas lágrimas se precipitaban bordeando un

Final de "Mi hija y la ópera"

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«Mi nombre fue Antonio Rosique, como probablemente siga siendo en este ciclo ulterior, no dejaría de ser por ello otra coincidencia siempre regida por los hilos del destino. Como todo lo que acontece en el universo y de lo que está fuera de él.»