Obertura «Mi hija y la ópera»
Fragmento de la Obertura de Mi hija y la ópera:
«Sería que visualizó su postura en forma de cruz sobresaliendo en el agua que volvió a adentrarse en casa con premura, dejando tras de sí un reguero acuoso desde la entrada hasta su dormitorio; agarró el crucifijo que presidía la pared sobre el cabecero de la cama, lo empuñó desde el lado inferior del travesaño largo de la cruz, como si fuera un hacha, descendió corriendo las escaleras arrimándose al piano y lo estrelló varias veces hasta romper la figura de madera, abollando la superficie del piano y dejando restos de astillas en sus dedos.»
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«Sería que visualizó su postura en forma de cruz sobresaliendo en el agua que volvió a adentrarse en casa con premura, dejando tras de sí un reguero acuoso desde la entrada hasta su dormitorio; agarró el crucifijo que presidía la pared sobre el cabecero de la cama, lo empuñó desde el lado inferior del travesaño largo de la cruz, como si fuera un hacha, descendió corriendo las escaleras arrimándose al piano y lo estrelló varias veces hasta romper la figura de madera, abollando la superficie del piano y dejando restos de astillas en sus dedos.»
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